SONIDOS TERRORÍFICOS

Se erizó el vello de todo su cuerpo. Quedó paralizada, libro en mano. Estaba segura de estar sola en aquella biblioteca, pero ese sonido casi inaudible procedente de algún punto a sus espaldas no dejaba ningún resquicio de duda ante su error.

La atmósfera respirada entre esas cuatro paredes plagadas de libros cambió de manera radical. La paz y tranquilidad habituales fueron sustituidas por terror y ansiedad.

Otra vez. Volvió a escuchar ese inquietante y aterrador sonido, una mezcla entre gruñido y chillido, definitivamente no humano. Su mente empezó a funcionar extremadamente rápido. Solamente quería salir por la puerta de esa biblioteca, volver a su casa y ponerse a salvo, pero sus pies no obedecieron los deseos de su cerebro. Había algo en ese sonido… Algo que la atrapaba, como si una fuerza invisible la atrajese hacia el peligro. Conforme más se acercaba a la fuente del ruido, más audible y aterrador se volvía este. Parecía provenir de uno de los pasillos centrales, y, a medida que se acercaba, su terror iba en aumento. Al fin llegó al pasillo, y lo encontró totalmente vacío. Se sintió momentáneamente aliviada… Hasta que volvió a escuchar ese sonido alejándose. Impulsada por la misma fuerza que la había llevado hasta allí, comenzó a caminar hacia el fondo de la biblioteca, aquella parte sombría plagada de los libros más oscuros. Creyó acercarse al foco del sonido en varias ocasiones, pero cada vez que se adentraba en un nuevo pasillo el resultado era el mismo que la primera vez: vacío. Solo quedaba un último pasillo, el que contenía todos los libros de novela negra y asesinato que tenía esa biblioteca. Se acercó a él, sintiendo como el terror la carcomía por dentro. Giró  la esquina, exhalando, sin saberlo, su último suspiro.

Karima Marco Harbali

4º ESO, IES Pirámide